12.24.2008



Hablan de ello. Lo nombran. Cada palabra, cada segundo. Una puñalada. Como púas que recorren mi piel, ácidos queman mis venas. Los helados vientos desgastan mi piel. El frío de tus ojos se posa sobre mi boca. Mis labios están azules ya.
No vuelvas, ya no te quiero. Mirame, que te necesito. Quereme, que lo necesito. Ya no me importan tus juegos. Dejame jugar.
Si te toco no te siento mía. Extendeme tu mano, acercame a vos. Que no puedo, tengo miedo. Si, miedo, por primera vez. No te muevas, no bailes, no hables. Sos sólo mía, tus ojos están en mí. Tu boca, tus labios, son sólo míos.
Dejá de evadir ésto. Dejá de pensar en vos. No esperemos más. No puedo esperar más, no puedo aguantar más. Perdí el control. Vos también. Somos dos en un Desierto. Estamos tan cerca, pero no me querés ver. Soy el único que puede ayudarte. Pero no soy el único que tenés. Soy el único al que no ves. Porque no querés. Porque soy el único que te hace sentir así. Tan bien, que te llena de felicidad. Tan mal que te llena de dudas. Tan bien que te hace odiarme más. Tan mal que te hace quererme más.
Podríamos estar disfrutando esto, ahora. Pero no, así estamos.
Yo te quiero, vos me queres ¿Qué más necesitamos?

No hay comentarios: