A veces me aburro de este mundo. De su sociedad, su triste tecnología. Un sistema estúpido e ineficiente. Una 'larga' historia, que a la larga, es corta. Necesito un nuevo Ewan que se revele. Un ciego que se anime a ver. Un vocero que no hable de islas. Un tuerto que cierre la boca, y quizás se revele, y enfrente a los cíclopes. Dos ojos celestes, que iluminen mi camino. Necesito un Mesías. Porque no quiero vivir mas esta vida, ni este mundo. Una sonrisa perfecta. Trabajo.
Basta de estudios y análisis, de presión y de seguridad insegura, ¡Quiero dolor! Quiero saber, quiero conocer, quiero buscar. Dame el libro, no las respuestas. Quiero que sea mi mente la que me de el dolor y el placer, no un hombre con una jeringa.
¿Quién carajo me va a entender? ¡Nadie! Porque ustedes, manga de hijos de puta, están colgados en la misma red que yo. Y no tienen navajas. Ni menos, ideas.
Tan solo quiero un momento en paz. Con el piano y las cuerdas. Con el vino y la cama. Con la música y la oscuridad. Gracias por dejarme pensar en vos. Te odio por no dejarme ver la hermosa Luna con sus estrellas. Limpia mis dientes un líquido bordeaux, arruina mis ojos una pequeña luz tenue. Y complace mis oídos, las melodías color verde. Me divierte un paisaje, una mirada. Esa preocupación pasó a ser un nada. No entiendas lo que digo. No leas. Andate, apaga. Chau. Pero andate sabiendo que me diste lo que mas necesitaba, sin ni siquiera saberlo.
Paz.
Adiós mi Luna hermosa.
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