Ghost of love.

Pobre hombre angustiado. Qué tristes se ven tus ojos. Escuchas las cuerdas en la radio y te desquitas con violencia. Sin sospechas de que escribo sobre ti. Se arquean tus blancas cejas. Me observan tus ojos atreves del retrovisor, ahogados en alguna trágica historia. Quizás mi rostro te recuerde a algún hijo perdido, o a un hermano olvidado. Quizás el oír la inocente voz de un niño logró que te abrace la nostalgia, que recuerda tu pasado frío. Quizás al verme despedir a mi novia, se te hizo la imagen de una de tus esposas que te ha abandonado. O tal vez hayas asesinado tras una larga historia de celos. O que haya muerto. O quizás me odies sin ninguna razón aparente. ¿Es que mis ojos te provocaron? ¿O mis labios pronunciaron esa palabra incorrecta? ¿Indebida?
El cigarro entre tus dedos no podrá absorber el cáncer en tus venas. Quizás es eso, quizás envidies mi salud. Tus escasas canas te hacen ver mas interesante. Hacen juego con tus grises y hermosos ojos. Acaramelados, pero vacíos de expresión.
Señor conductor, ¿Por qué caminos me está llevando? No conozco estos lugares. Me pregunto si esto es una especie de secuestro... No lo creo. Su mirada tan dulce es el bendito reflejo de un alma quebrada. Puedo notar cómo se queda acariciando con la poca luz de sus ojos el infinito. Extrañando a esa mujer que lo abandonó, o que usted asesinó. O al niño que ya olvidó.
Tal vez no mires el infinito. Tal vez estés mirando a aquel fantasma que te acecha. El fantasma del amor.