Aún con el corazón destruido, me pongo a escuchar tus canciones. Como si fuera un cilicio por mis pecados, lastimo mi cuerpo. Física y mentalmente. A pesar de que tenías razones para hacerlo, no entiendo por qué me dejaste. Me consuelo abrazando a mi perra, que vacía de sentimientos se deja acariciar. Y me recuerda tu piel perfumada. Y evito cavar mi mente, pero la voz de este hombre de veras hace que se caigan mis huesos.
Y me pregunte una vez más, ¿Y si fuera ella?
1 comentario:
JAJA Si, vi que asesinaste a tu cabellera. Pero vos no sos hueco(?)
Gracias, tu post es triste U.U
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