
El primer contacto fue cuando me besó la mejilla (Que instantáneamente se ruborizaron, al tiempo que mi mente encendió una hoguera dentro mío) siguiendo las ordenes de mi mejor amigo.
La primera palabra fue cuando me necesitaba:
- ¡Marco!
- Eh (Oh mierda, es ella ¿Qué querrá?), hola.
- Mira, nosotros (Ah, ese debe ser Juni, a la otra no la conozco) tenemos una banda y estamos buscando baterista. Tocamos música estilo rock, punk y algo de blues, ¿Estás disponible? (¡Ésta es mi oportunidad! Si me quiero acercar a ella...).
- Emm.. (No me puedo permitir tartamudear, no debo quedar como un idiota), sisisi.
- Bueno, tenés mi mail (Cierto, me lo había pasado hace un tiempo por fotolog), después arreglamos.
Me confirió una sonrisa y se fue. Sus dos amigos se fueron también, aunque no los ví caminar. La mujer que tanto me gustaba me había hablado por primera vez ♥

Pronto, esa emoción por ella se fue, opacada por otras mujeres que a diferencia de ella, me buscaban, me querían, me necesitaban para seguir viviendo.
El reencuentro con ella fue no hace mucho tiempo, uno de los primeros días de clases, cuando lucía una hermosa campera de jean, unos pantalones de la misma tela y el pelo suelto (Que según ella se lo había cortado MAL una amiga. Para nada, estaba preciosa). Sus mejillas inchadas y rojas, sus ojos cristalizados por las lágrimas. Sus finos labios me hablaban otra vez. La verdad no recuerdo si había una mujer en mi vida en esa época, pero toda la emoción que alguna vez supe sentir, volvía a invadir mi generoso cuerpo. Ese mismo día, el día que me encantó nuevamente con su belleza, ella se cambió de aula. ¡No estaría con ella! ¡No podría pasar el año con la niña que sin saberlo, me volvía loco! Desesperado, y apoyado por otras razones, busqué la manera de cambiarme a su grado para poder disfrutarla día a día. Y lo logré. Pero el año no fue lo que esperaba.

Una vez más, opacada por otra mujer, supe olvidarla. La mujer que me había traicionado hacía un años al mentirme con los sentimientos de ELLA ahora me gustaba, y mucho. Pero nada pasó, y por tercera vez en mi vida, me resigné a ella.
Año tranquilo, escuela bien, amigos bien, mujeres bien. Estaba en la cima: Uno de los mejores promedios, sin peleas con amigos, dos o tres chicas en mi vida. Nada podía romper mi fuerte... ¿Nada? Si, la fuerza que irradiaban sus enormes ojos.
"Tengo una amiga que te da". Palabras de Micaela, nena que nunca me había caído bien. "Te voy a contar un secreto, Estefanía gusta de vos", palabras de Sol. Convencido de que era una simple mentira, seguí mi vida...? No, ese mismo día, a la salida nos juntaron para hablar. Charla corta y dificultosa.
Me gusta que las cosas fluyan, no apurar nada. Claro, yo estaba acostumbrado a las relaciones de pendejos. El típico "Te doy me das, nos encontramos en la salida", esas en que te la besabas, al otro día salían, al otro día eran novios, al otro días la engañabas y al otro día terminabas.
Esta mujer me proponía algo totalmente nuevo. Algo a lo que no estaba acostumbrado. Pero yo, acostumbrado a ser el dueño, el conductor de las relaciones, seguí mi propio juego. Y lo perdí:
El primer beso fue corto, y lamentablemente, arreglado. Un amigo en común (Quemado por los celos, actuando como un estúpido) propuso que no iba a dejarnos solos hasta que no la besara. Y ella simplemente lo hizo. Me acercó, y me besó. Me besó. ¡Estefania me besó! Intenté disimular la sonrisa en mi rostro. Una mujer que me había parecido un imposible todo este tiempo, un ser superior a mí, una mujer que -pensaba yo- buscaría hombres de unos 19 años, me había besado, ¿O era un sueño? Unos segundos después, supe que no. Estaba despierto.
Ignorante, sin entender nada, perdido, alucinando, en las nubes, dejé que el agua se escurriera de mis manos, y ella terminó conmigo. "Terminó", nunca habíamos empezado en sí.

Una vez más, en la cima del mundo, con la escuela bien, los mismos amigos, y con dos mujeres en mi vida, reapareció la niña de rubios cabellos.
"Quisiera volver el tiempo atrás". Aunque con una relación estable y otra recién empezada, volví a caer en sus manipuladoras manos. Tristemente, no recuerdo como fue el reencuentro, pero sé que probé sus labios una vez más. Palabras triviales y escasas, besos rápidos y espontáneos. Felicidad, no me importaba el entorno. Pero las complicaciones no podían faltar. Me molestaba rotundamente el poco tiempo que dedicaba a mí. La manera en que daba muchas mas importancia a sus amigos y a la escuela que a mí. Ella, una amiguera. Yo, un egocéntrico. Decidí no hablarle más, estúpida manera que creí que serviría para que reaccionara. Y reaccionó, pero no de la manera que yo pretendía. Dejó de hablarme, se enojó, habló mal de mí a mis espaldas. "¡Qué mujer estúpida! ¡Qué imbécil, enferma!" eran la clase de pensamientos que salían de mí. Y por último, con mi sugerencia de que le haría bien consultar un psicólogo, nos peleamos. Infinitas palabras, incontables insultos, rencor, enojo, ODIO. Fueron unos largos cinco meses de discusiones por todo. Por amigos, por situaciones, por las cosas que habíamos vivido, echándonos la culpa por todo, juntándonos cada uno con los enemigos del otro para destruirnos moralmente. Intenté dos veces apaciguar las aguas, y solo la segunda vez funcionó.
"Estoy seguro de que no sos todas las cosas que digo" me dijo, y de a poco intentamos seguir adelante.

Es una historia larga. Que comenzó distinta a las otras. Nunca nos dijimos una palabra directa. En nuestro hermoso entorno, privada manera de decir las cosas, una forma íntima e indirecta de expresarnos. Nuestros amigos, nuestras familias, nuestros amores, todos desconocían. Nadie supo de qué halábamos, hacia quién ni por qué. Al menos no al principio. Pero aunque los rumores corrieran, no me importaba. Día a día, era mirar lo que había escrito en su bendito blog, interpretar sus retorcidas palabras, buscar la forma de engañar a mi cerebro diciéndole que sus dulces palabras eran para mí. Era algo nuevo, un juego único y hermoso. Cada uno vivía en su mundo, con sus amigos y parejas, pero supimos crear un nuevo mundo. Solo nuestro. Lo único que podíamos compartir. Un secreto, oculto a los ojos de los demás. La mezcla de sentimientos, la adrenalina de que no nos descubran, el juego mental de cambiar las palabras para que solo nosotros nos entendamos, la diversión de ignorarnos en la vida real sólo para probar que eramos mejores que el otro.
Cuando comenzaron las clases, yo era una persona feliz. Había aprendido de ella y con ella. Sabía cómo se movía y lo que haría. Estaba dominando la situación (O eso creía al menos). Luego de unas semanas de silencio y con miradas fuertes y amenazadoras, se atrevió a escribirme una carta (Cuando lo único que había hecho yo con el tiempo fue provocarla, querer molestarla, intentar de todas las maneras llamar su atención, porque me sentiría vacío sin que ella pensara en mí, sin que me desease, y odiase el quererme). Todo lo consiguiente fue un poco mas simple. La invité a que charláramos, lo que terminó en un beso que llevaba en su ser un larguísimo e insoportable tiempo de espera. Como si mi boca tuviera un lugar especial donde aquel beso se había guardado y alimentadose, esperando ese momento tan poco oportuno. Ella escapaba de mí, pero sólo había una cosa que yo quería, y lo lograría. Maldito jueves mal ubicado, maldito viernes sin clases. No la vi nuevamente hasta el lunes, y obviamente, la extrañé. El querido lunes llegó, pero no fue como esperaba. Ella, siendo una chica fuerte, supo dominar la situación, me hizo caer con sus palabras, y me golpeó cuando estaba vulnerable.
Sufrimos distanciamientos, pequeñas peleas, tragedias que involucraban terceros. Vivimos lindos momentos, oímos bellas palabras. Ignorábamos el resto, no queríamos ver las partes feas de esta relación que estaba de alguna manera prohibida.
La confianza que empezó a crecer, la forma en que nuestras palabras tomaban credibilidad, el afecto se agrandaba... Todo ésto dio sus frutos.
Porque mas allá del cariño, surgió el deseo. Se intensaron las ganas. Las palabras fueron cada vez mas fuertes, los dolores y felicidades golpeaban más, las sonrisas expresaban más cosas. El juego cambió, y los sentimientos se expandieron.

Creo que ya escribí lo suficiente, aunque hay anécdotas. Y ahora que lo pienso, ya no recuerdo por qué empecé a escribirlo pero bueno, acá está. Ahora me voy a ver Casi Ángeles :D
7 comentarios:
Sabés que te odio (: -mentira, totalmente mentira- XD
Claro, igualmente depende de las circunstancias. Yo paso esa situación de la que hablabas, y tengo esos miedos que decís.. Pero acuerdo a las cosas que suceden, el miedo desaparece hasta ser insignificante. Pero si las circunstancias no se dan, el miedo persiste.
Yiiipi rre bien vos (? ^^ mas cuando pasava mi mami i mi papi ♥_♥ ; ajjaja ; maldito bastardo qe tenia sueño -.- jum ; Te quieroou ♥
d arriba para abajo la segunda foto es re linda (L)
eeeeeeeeeeeeMM tengo un posteo q encontre q m iciste una vez de una novela :| jajaja nse flashias vo s:P
Que raro vos elogiando mis post jajaja. Generalmente le buscas hasta el minimo defecto ¬
no tiene nda q ver pero m acorde jajaja
enrealidad yo t iba aponer pq imposible? pero nunca t lo puse jajaja
mm bueno cuando tenga ganitas t lo paso ajaja ^^
Marco es un buen amiguillo lailalailalaralá
te qiero dawn ;D
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