7.13.2009

The One & Only.

De repente se levantó del sillón y dijo: - Bueno, eso es lo que te tenía que decir- como si se hubiese acordado de algo de un momento para otro. Como madre que olvida a su bebé en una tina, como ladrón que olvida borrar sus huellas de la escena del crimen. Dejandome con la boca abierta, con el mentón colgando. Justo al momento después en que había aspirado aire para decirle mis últimas palabras.
El día agotado por la épica batalla contra la noche liberó sus últimos hilos de luz que pude ver desde la habitación de mi hermano.
Le presté la atención necesaria, me concentré en sus palabras y en sus labios que se movían con gracia. Casi encima mío, hablándome con una sonrisa. Tapando la luz del velador, argumentando sus razones para quererme. Con una voz traviesa y ojos serios. Preocupados, a la espera de algo, luego de callar.
Había quedado atónito ante su discurso, ¿Estaba esperando que dijera algo? Parecía tener miedo y vergüenza a la vez. Su voz femenina, llena de deseo y lujuria había opacado la canción de James Blunt que sonaba de fondo. Me sentí cautivado y emocionado, aunque mi cara denotara locura. Siempre tan tranquilos y disimulados, habíamos pasado los mejores momentos. Soñamos, tocamos y vivimos. La vi reír y me vio llorar. Me sentí completo mientras sostenía mi mano. Mientras la abrigaba en el frío. Mientras me cuidaba en las noches de pesadilla y me jugaba en los días soñados. Su sonrisa quebraba mi alma y abría mi corazón, mientras yo me daba cuenta de que era la mujer para mí, la única que quería en mi vida.
Por eso aún me pregunto por qué se levantó del sillón esa tarde, después de sus palabras y mi silencio, en el momento en que iba a responder a sus demandas.


"Yo también te amo".

2 comentarios:

Pablo Direnzo dijo...

La frase del final si la hubieses armado de otra forma hubiese quedado mucho mejor. Pero mas alla de eso, esta muy bueno Marquito.

Nonne dijo...

Yo tambien te quiero taraddddddddito