Ella era especial para él. Pero, ¿Por qué?

No era su pelo en cascada lo que la hacía diferente, ni su perfume de flores. No se distinguía exactamente por los sueños enterrados en sus ojos verdes. Su voz no era lo que la hacía tan especial, ni su gracia al caminar. No era su inteligencia la que la hacía destacarse; o creatividad, o curiosidad. Lo que le apasionaba no era las palabras hermosas que le decía, ni sus besos dulces al amanecer. No lo conquistaban los paisajes perfectos que observaban juntos, ni su locura.

Lo que la hacía distinta a todas, (única en este mundo) es que lo amaba puramente con todo su corazón, y él a ella. Si había algo que compartían, algo solamente suyo, algo capaz de hacer dejar atrás los malos días; era su amor.

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(Feliz pumple Claudinho)