8.03.2009

La razón primera.

¿Por qué te negarías al contacto? Quizás mi mente se egoísta (y se estremece mi cuerpo de solo pensarlo) al creer que todavía me amas. ¿Será que no me has olvidado y te lo niegas a ti misma? Y me cuentas de lo bien que converges con tu novio y vuelvo a llorar porque no entiendes lo hiriente que puede ser que rechaces mi abrazo. Lloro en frente de la gente que no comparte mi dolor. No oculto mi pena, sino la razón. ¿Es que has mirado a través de mis ojos cuando acariciaba tu pelo? Un escalofrío perfora la ultima sonrisa que me quedaba. Has acabado inocentemente con mi felicidad. Has absorbido la vida que corría por mis venas sin siquiera notarlo.
Pero.. ¿Si lo he hecho ya hace un tiempo? No creo que busques venganza (o eso es lo que quiero pensar) aunque tiemblo ante la posibilidad.
Cuando quien mas me importa solo se esfuerza por agrandar la grieta en mi alma, me doy cuenta que hay cosas que nunca sanarán.

Porque tu mirada filosa marcó una cruz en mi corazón, que nunca nadie podrá curar. Recuerda cuando te digo, ya nadie podrá.

No hay comentarios: