Un año después.
Parece que Dios no quería ayudarlo.
Pero él no se preguntaba por qué.
Se retorcía en sus sueños.
Pues ya nadie lo quería.
Y al que Dios no lo quiere,
tiene pesadillas.
Hijo de la luz,
a flecha ardiente sus alas
fueron cortadas.
Y él aún tenía las cicatrices en su espalda.
Y ahora vivía acostado en su cama.
Vivía acostado boca abajo.
Porque le dolían las cicatrices,
las cicatrices en su espalda.
De sus alas de plumas y tejidas
con hilo de seda y oro.
Sus alas de color dorado platinado,
casi cromado.
En sus sueños Dios lo lastimaba.
Cada noche su cabello abandonaba su cabeza.
Cada noche le abrían una herida nueva.
Cada día al despertar, amanecía sano nuevamente.
Pero Dios lo lastimaba en sus sueños.
Y él no se preguntaba por qué.
Sólo se retorcía en sus sueños.
No se sentía mal por lo que había hecho.
Aunque fuese muy oscuro.
Porque era muy oscuro.
Y mas para Dios.
Quien lo castigaba en sus sueños.
3 comentarios:
Yo tambien te amo mi amor :D
No se sentía mal por lo que había hecho.
Aunque fuese muy oscuro.
Porque era muy oscuro.
Y mas para Dios.
nunca te arrepentiste
Ves que podes escribir en castellano?
jajaj
Lindo textou
Publicar un comentario