Sobre tu piel blanca, los residuos serán la base para todo. Tus familiares siempre te apoyarán. Mientras que yo podré nada más que apreciar avergonzado tu manera de provocarnos a todos. Métodos silenciosos de seducción. El coitus expresado en un arte que solo tu sonrisa oculta bajo el pincel puede dar.
Miro al Cielo y ahí estás. Con tu pelo negro cayendo como pintura sobre mis ojos. Un poco de mí en cada fotograma de tu iris. El tinte oscuro atrapa la atención de cada espectador. Solo de quien sepa mirarte con los ojos del firmamento.
Sin mas rodeos, sólo yo pude mirarte así. Pies libres, cintura esbelta. Manos retorcidas, senos desnudos.
Acercate inmóvil, alegría de mi ser. Mientras escribo sobre vos, suena tu canción como respaldo a mis teorías incomprendidas. Había olvidado todo al mirarte y recordarte. La perfección dentro de una cúpula. Mi amor representado con dolor inalcanzable.
Qué importaba que tu compañero te mirara. Que importaba que mi compañero que tocara. Éramos vos y yo. Se apagó la luz, se desvaneció la música, se desintegró el yeso. Se derrumbó el techo y tomé los trozos que quedaron en mis manos. Y te posé sobre mis rodillas. Y te pinté una mirada. Cerraste tus ojitos y te acerqué.
Y te besé.
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