Golpeé ese vidrio con toda la fuerza que pude concentrar en mi puño en aquellos escasos segundos. Un puto espejo que sólo reflejaba mis dientes torcidos. Y un ojo celeste, dispuesto a destruir.
Mi mano se cerraba cada vez más fuerte, y mis dedos luchaban entre sí por el espacio. El odio se centraba en mis nudillos, y se hacía mas potente. Más frío.
Sabía que en segundos no más, mi pálida piel, mi pecho, mi abdomen... Todo estaría manchado de sangre.
Todo el odio que sentía. Todo el odio que me hicieron sentir. Todo el odio que me obligaron a sentir... Liberado.
Y sólo unas pocas palabras escuchaba... "Él no me ama".
Es que todas las cosas malas que dijiste, y lo que no pudiste dejar de repetir. Toda la maldad que nació de tu alma, se refleja en este espejo. Ya no hay nadie para consolarme, pues los tenés a todos comprados. No encuentro salvación, no encuentro amor.
Controlé todos mis putos impulsos, ignoré todas las malditas tentaciones. Eché al Diablo de mi casa. Lastimé mis rodillas implorandote perdón. Pero no entendiste un carajo. Una mierda.
Al diablo con todas esas cosas que dijeron. Ya no sirven. Soy lo que soy, gracias a lo que sos. No puedo olvidar. Y la solución parece tan simple ahora. Siempre creí que era el camino fácil, y dicen, que los caminos fáciles siempre son los erróneos.
Pero ¿qué sucede si esta vez tengo razón? ¿Si él tiene razón? ¿Si ella tiene razón? ¿Qué sucede si ya no tenés corazón?
¿Qué mierda significa todo esto?
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