7.28.2013

Viento helado

Sus ojos son oscuros como el frío. Su piel es tan blanca, frágil. No la quiero tocar. No es lo que siento en este momento. Porque de eso se trata, de hacer lo que sentimos. Para eso comenzamos esto, ¿No? Enciendo otro cigarrillo mientras la charla fluye. Los silencios enredan nuestras miradas. Luego, una sonrisa. Se apaga la duda, se desvanecen los límites entre los dos. Ahora si, tomo su mano y le pido que vayamos a otro lugar. Su departamento es su propuesta... acepto con un huracán revolviendo mi estómago. Mi cabeza está perdida, ¿Esto está sucediendo? ¿Confundí las señales?

[...]

Enciende la luz de la cocina mientras me invita a sentarme. Saca una Heineken del freezer y la apoya frente a mi. Me retiro hasta la mesa ratona para agarrarla, saco mi encendedor azul y la abro. Disfruto escuchandola y viendola moverse, elocuente y brillante. Tomo el último sorbo, y me levanto. Me acerco a ella rodeando la mesa. Ella se moja los labios y pestañea rápido. Adivina lo que estoy pensando, lo que va a pasar.

[...]

Sus piernas me rodean por la espalda, sus nalgas rozan mis muslos en un frenesí de movimientos. Me quita la remera con un gesto que indica que debo acelerar lo que al parecer estoy tomando con mucha calma. Ella ya perdió el vestido negro y el short que llevaba puesto. Sólo la cubre un brasier blanco que pronto quitaré, y una colaless negra. Su piel esta hirviendo. Siento el calor y la humedad de su entrepierna. No quiero esperar más y la levanto tomando bien fuerte su cintura, lo que provoca un gemido en ella. Mientras es elevada, muerde y lame mis tetillas buscando más formas de exitarme. Ya en su cama , no lo pienso dos veces y comienzo a besar su boca nuevamente. Nos quitamos la ropa y cumplimos lo pactado.

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